Hoy quiero hablarte de un tema que me apasiona: la relación entre nuestro primer cerebro y el segundo: el intestino. O lo que es lo mismo: la relación entre nuestra microbiota intestinal y las emociones.
Nuestro estado emocional tiene mucho que ver con todo lo que nos sucede y con nuestras circunstancias externas, pero también tiene una relación muy directa con cómo está nuestra bioquímica. Concretamente con los neurotransmisores: unas sustancias que se encargan de transmitir información que podemos percibir transformada en emociones.
¿Te ha pasado alguna vez de tener una entrevista de trabajo o un acontecimiento importante que te genera nerviosismo y que ha acabado afectándote al intestino: te has sentido con malestar, retortijones… o has necesitado ir al baño?
En este vídeo te cuento cómo tus emociones afectan a tu estado digestivo, y éste a tu estado mental.