Quiero hablarte de un tema del que poco se habla cuando llegamos a esta etapa de la vida: nuestra sexualidad a partir de la perimenopausia y la menopausia.
Es normal notar cambios en el deseo, en la lubricación o en la sensibilidad, y todo tiene una explicación. Las hormonas juegan un papel clave en nuestro bienestar íntimo, y su descenso puede influir en cómo nos sentimos y experimentamos el placer.
Pero ¡que no cunda el pánico! Estos cambios son naturales, y entenderlos nos permitirá adaptarnos y seguir disfrutando de nuestra sexualidad de una manera plena y satisfactoria. Vamos a profundizar en la parte más física de la sexualidad y en cómo podemos cuidarnos para mantener el deseo y el placer.
¿Por qué cambia nuestro deseo sexual?
El deseo sexual no es un fenómeno aislado, está directamente relacionado con nuestras hormonas.
Cuando entramos en la perimenopausia, los niveles hormonales comienzan a descender de manera más drástica, lo que puede traducirse en una menor excitación, menos lubricación y una disminución del alivio sexual que solíamos sentir. Durante la menopausia, esta disminución hormonal se vuelve más estable, afectando no solo el deseo, sino también la respuesta física al estímulo sexual.
Sin embargo, aunque este proceso es natural, no significa que debamos resignarnos. En lugar de verlo como una pérdida, podemos reinterpretar nuestra sexualidad desde un enfoque más femenino y menos coitocentrista, centrándonos en el placer general y en la conexión con nuestra pareja y con nosotras mismas.
Prioricemos una sexualidad más femenina
La sociedad ha puesto durante mucho tiempo el foco en el coito como el centro del placer sexual, cuando en realidad la sexualidad es muchísimo más que eso. A medida que nuestros cuerpos cambian, es importante que nuestra forma de vivir la sexualidad también evolucione. Esto significa explorar nuevas formas de placer que no dependan exclusivamente de la penetración.
- Mayor comunicación con la pareja: Hablar abiertamente sobre lo que nos gusta, lo que necesitamos y cómo nos sentimos.
- Potenciar los preliminares: Juegos, caricias, besos y todo aquello que aumente la conexión y el deseo.
- Trabajar el placer diario: No solo en el ámbito sexual, sino en la vida en general. Disfrutar de pequeños momentos placenteros durante el día hará que nos sintamos más conectadas con nuestro cuerpo.
- Contacto físico diario: Abrazos, besos, caricias… La piel es nuestro órgano más grande y el contacto genera oxitocina, la hormona del bienestar.
Cuida tu zona íntima
Otro aspecto importante que debemos tener en cuenta es que los tejidos de nuestra zona íntima cambian con la menopausia. La disminución de estrógenos puede provocar sequedad vaginal, mayor rigidez en los tejidos y una sensibilidad diferente. En algunos casos, incluso puede aparecer atrofia vaginal, lo que puede generar molestias durante las relaciones sexuales.
Para minimizar estos efectos y cuidar nuestra zona íntima, es fundamental tener en cuenta algunos aspectos como:
- Cuidar la alimentación: Lo que comemos influye directamente en la salud de nuestras mucosas. Incluir grasas saludables como el aguacate, el aceite de oliva y los frutos secos puede ayudar a mejorar la lubricación natural.
- Probióticos ricos en lactobacilos: Favorecen la microbiota vaginal, previniendo infecciones y manteniendo un equilibrio adecuado.
- Omega 7 y espino amarillo: Este tipo de ácido graso es clave para la hidratación de las mucosas, ayudando a reducir la sequedad.
- Cosmética íntima adecuada: Es importante evitar productos con químicos agresivos y optar por opciones naturales que respeten el pH vaginal.
Si la sequedad o la sensibilidad excesiva generan molestias continuas, acude a un/a fisioterapeuta especializado en suelo pélvico o a un/a ginecólogo/a, que te ayude con soluciones adaptadas a nuestras necesidades.
Conclusión
La perimenopausia y la menopausia son etapas de cambio, pero también de redescubrimiento. Nuestra sexualidad no desaparece, sino que se transforma, y nosotras podemos decidir cómo queremos vivirla. Con autocuidado, comunicación y exploración, podemos seguir disfrutando del placer de una manera más profunda, libre y auténtica.
Recuerda que la sexualidad no solo se basa en la penetración, hay que entender que va mucho más allá. El estrés, dietas restrictivas, tener poco tiempo para nosotras también puede afectarnos.
¡Abracemos esta nueva etapa con amor y confianza!
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