Esta semana me gustaría hablarte de un aspecto muy concreto sobre la inflamación.
Y es que relacionamos la inflamación con las enfermedades, el dolor e incapacidades. Pero tenemos menos en cuenta todo lo que tiene que ver con otros aspectos también importantes para nuestro bienestar, como lo es el estado de ánimo.
Cuando tenemos dificultad de mediar con nuestro humor o con la falta de ganas de mantenernos activos y motivados, es importante pensar que tenemos una pieza clave a trabajar: la inflamación sostenida.
Podemos tratarnos mucho emocionalmente, lo que es indispensable, pero después nos hará falta trabajar la parte interna que nos permitirá formar aquellos neurotransmisores que nos otorgarán energía y felicidad.
Tenemos que trabajar con nuestra inflamación para que esto sea posible.