A partir de los 40 años, las mujeres comenzamos una etapa llena de cambios, algunos de ellos bastante sutiles y otros bastante visibles. En esta fase, nuestras hormonas y nuestro cuerpo nos piden un poco más de cuidado y atención, sobre todo en lo que comemos. Y no se trata de “prohibir todo” o de vivir con miedo a los alimentos, sino de saber cuáles pueden jugar en contra de nuestro equilibrio hormonal.
Hoy te cuento qué alimentos recomiendo evitar en menopausia, que aunque a veces nos parezcan “inofensivos” o incluso saludables, pueden no ser la mejor opción en la etapa de la menopausia.
Margarinas, productos “light” y alimentos de dieta
Entiendo el atractivo de los productos bajos en calorías o etiquetados como “light”. Sin embargo, a menudo esconden ingredientes que complican la vida de nuestras hormonas. Las margarinas, por ejemplo, y muchos alimentos de dieta, suelen tener grasas trans, un tipo de grasa que pasa por un proceso químico para volverla sólida. Estas grasas son inflamatorias y ocupan el lugar de las grasas saludables que realmente necesitamos. Los aceites como el de girasol, nabina o soja también suelen pasar por estos procesos.
Alternativa saludable: Opta por fuentes de grasas naturales y completas, como el aceite de oliva virgen extra o el aguacate, que ofrecen grasas beneficiosas para el organismo sin procesos químicos.
El alcohol: el «amigo» a evitar en menopausia
Sé que decir esto puede ser impopular, pero en realidad no hay una dosis de alcohol que sea beneficiosa para nuestra salud, sino que todo lo contrario, puede ser uno de los peores enemigos en la menopausia. El consumo de alcohol es inflamatorio, y en la menopausia, la inflamación es un enemigo al que es mejor evitar. Además, el alcohol degrada la función del hígado, que es esencial para la desintoxicación del cuerpo, y eleva el cortisol, una hormona que en exceso puede llevar a más resistencia a la insulina y a un aumento de los sofocos.
Si te apetece un trago ocasional, es mejor optar por un consumo moderado (muy moderado) y no regular. Pero, si podemos evitarlo, nuestro cuerpo realmente lo agradecerá.
Alternativa saludable: Si te gusta disfrutar de una bebida social, opta por infusiones relajantes o bebidas sin alcohol que tengan antioxidantes naturales, como el té de hibisco o una infusión de jengibre con limón.
Galletas y otros snacks “aparentemente” saludables
A todas nos encantan las galletas, especialmente cuando parecen ser opciones “sanas”, ya sea porque son caseras, eco, bio, o están hechas con ingredientes “naturales”. Sin embargo, las galletas son ricas en azúcares libres y harinas refinadas. Aunque sean de azúcar de coco o de agave, estas azúcares igualmente causan picos de glucosa que resultan difíciles de manejar para nuestro metabolismo en esta etapa.
Alternativa saludable: Si tienes antojo de algo dulce, opta por fruta entera acompañada de un puñado de frutos secos. Esta combinación ayuda a mantener los niveles de glucosa estables sin picos de azúcar.
Edulcorantes: no son tan inocentes como parecen
Cuando queremos reducir el azúcar, es común recurrir a los edulcorantes, pero estos tienen sus propios efectos indeseados. Tanto los edulcorantes sintéticos como el aspartamo y la sacarina, como los “naturales” como el agave o la stevia, afectan nuestra microbiota y aumentan los picos de glucosa. Además, el uso constante de edulcorantes nos acostumbra al sabor dulce, haciendo que siempre queramos endulzar los alimentos.
Un cambio positivo en la menopausia es ir reduciendo nuestra dependencia al dulce. Cuando logramos “desintoxicarnos” de ese sabor, encontramos que las frutas y otros alimentos naturalmente dulces nos saben mucho mejor.
Carnes procesadas y de baja calidad
Para muchas de nosotras, la carne ha sido una fuente clave de proteínas, pero es fundamental prestar atención a la calidad. Las carnes procesadas y los embutidos, por ejemplo, suelen contener ingredientes que no necesitamos, como lactosa, azúcares, almidones y grasas poco saludables.
Estos ingredientes añadidos pueden ser inflamatorios y poco saludables, generando un impacto negativo en el organismo y en el equilibrio hormonal.
Alternativa saludable: Opta por carnes de buena calidad, idealmente 100% carne sin aditivos, o explora proteínas de origen vegetal o de buena calidad que puedan complementar tu dieta. Comer alimentos puros y sin procesar marca una gran diferencia en nuestra energía y bienestar.
Conclusión
La menopausia es una oportunidad para reconectar con el cuerpo y sus necesidades específicas. La flexibilidad es clave: no se trata de vivir con prohibiciones, sino de hacer elecciones conscientes para apoyar nuestra salud hormonal y general en esta etapa de la vida.
Optar por alimentos naturales, sin procesar, y completos es una excelente manera de nutrir el cuerpo de forma integral, mejorando el bienestar y reduciendo los síntomas de la menopausia.
Clase solidaria para ayudar a los afectados en Valencia
He preparado una clase especial para el próximo lunes 18 de noviembre a las 18:30h (hora Madrid, España).
Una clase modo consultorio, donde resolveré cualquier duda que tengáis sobre perimenopausia, menopausia, postmenopausia y cualquier aspecto en esta etapa.
Todo lo que recaudemos con esta iniciativa irá íntegramente destinado al Ayuntamiento de Picanya y a Petjades Trobades (ONG para los animales afectados).