A pesar de ser a menudo una sustancia común en nuestras vidas, el alcohol tiene efectos negativos en esta etapa crucial de la vida de las mujeres. Este tóxico puede aumentar la inflamación en nuestro cuerpo, afectando nuestra salud cardiovascular, metabolismo, salud mental y salud ósea.
Pero eso no es todo. El alcohol también juega un papel importante en el aumento de los niveles de cortisol y otros neurotransmisores relacionados con el estrés. Y esto puede intensificar la ansiedad y dificultar la relajación, lo que es especialmente relevante durante la menopausia debido a las fluctuaciones hormonales.
La buena noticia es que tenemos el poder de tomar decisiones informadas para mejorar nuestra salud en menopausia. Reducir el consumo de alcohol puede ser un paso crucial en este proceso.
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