¡Hoy inicio sección nueva! Voy a hablaros del maravilloso mundo de la fisiología y cómo nuestro organismo se encuentra en una constante búsqueda de equilibrio y salud
Hoy: el ácido clorhídrico ¿amigo o enemigo?
La sabiduría popular ha calificado el ácido estomacal como algo indeseable o perjudicial para la salud. Incluso denominamos a los antiácidos “protector de estómago”. Pero actualmente sabemos que el ácido clorhídrico (HCl) es indispensable no solo para la digestión sino para nuestra salud en general:
?Cuando los alimentos llegan a nuestro estómago, las células parietales secretan el ácido clorhídrico que se encargará principalmente de desnaturalizar las proteínas, es decir, hacerlas vulnerables a la acción de la enzima pepsina – que será la que procederá a su división en péptidos más pequeños. La pepsina, no llega a su forma activa si no hay ácido clorhídrico suficiente, por lo que llegarán al intestino proteínas muy grandes, que no podrán ser digeridas correctamente creando desnutrición proteíca y putrefacción
?Este ácido es una barrera importantísima para neutralizar patógenos y toxinas que vienen del exterior. Sin él estamos mucho más expuestos a sufrir infecciones intestinales y como consecuencia obtendremos una peor microbiota intestinal
?El hierro requiere de HCl para pasar a su forma ferrosa que es la que podemos absorber. La vitamina B12 necesita también de él para unirse a su transportador (el factor intrínseco)
¿Como sabemos que nos falta ácido clorhídrico?
- digestiones lentas y pesadas
- disbiosis
- acidez bebiendo agua o con estómago vacío
Entendiendo ahora su papel imprescindible, debemos saber también que con la edad desciende su producción y que much@s toman fármacos inhibidores de la bomba de protones (tipo omeoprazol) que inhiben su secreción. ¿Cómo podemos evitar su déficit?
– evitar beber en exceso durante las comidas
– si tenemos digestiones lentas podemos tomar jengibre o vinagre de manzana y enzimas proteolíticas como papaya o piña
– hacer comidas concentradas (no picar) y espaciadas (+ de 4 horas entre comidas)
– si tomamos antiácidos desde hace mucho tiempo, revisar su uso con el médico y evitar proteínas muy complejas como la carne roja
¡Honra el equilibrio orgánico que reside en ti!