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Qué comer antes y después de entrenar en la menopausia: guía práctica para ganar músculo y cuidar tus hormonas


Una de las dudas más comunes que recibo en consulta y por redes:
“¿Qué debo comer antes y después de entrenar?”, o incluso: “¿De verdad necesito comer antes si quiero ganar músculo?”

La respuesta no es única —porque cada cuerpo, cada etapa y cada objetivo son distintos—, pero sí hay algo que todas compartimos, sobre todo cuando entramos en la perimenopausia y la menopausia: la importancia de mantener y construir masa muscular para cuidar nuestro metabolismo, nuestras hormonas y, en definitiva, nuestro bienestar.

Así que hoy quiero explicarte cómo alimentar tu cuerpo de forma consciente antes y después de entrenar, para que tu energía, tu fuerza y tu salud hormonal estén alineadas.

Comer antes de entrenar: ¿sí o no?

Depende del tipo de entrenamiento y de la hora a la que entrenes.
Si vas a entrenar fuerte por la mañana —es decir, ejercicios de fuerza, trabajo con peso o entrenamientos metabólicos intensos—, mi recomendación es: come algo ligero antes de entrenar.

Y no, no se trata tanto de “tener energía” (porque reservas ya tenemos desde la cena del día anterior), sino de ayudar a tu cuerpo a regular el cortisol, la hormona del estrés.

El cortisol por la mañana

Por la mañana, nuestros niveles de cortisol son naturalmente más altos. Si a eso sumas el ayuno, la cafeína y un entrenamiento intenso, el cuerpo interpreta que está bajo demasiado estrés. Y cuando el cortisol sube demasiado, puede afectar a nuestro equilibrio hormonal, especialmente a partir de los 40 años.

Un pequeño desayuno o algo muy ligero antes del entreno puede marcar la diferencia.

Lo ideal es incluir aminoácidos o proteína de fácil digestión, por ejemplo:

  • Un café con una cucharadita de proteína en polvo.
  • Un batido de proteína con frutos rojos y leche vegetal.
  • Un huevo duro o un poco de yogur con semillas.

El objetivo no es llenarte, sino dar una señal a tu cuerpo de seguridad, de que tiene recursos disponibles, de que puede entrenar sin activar mecanismos de defensa hormonales.

Si tu entrenamiento es más suave (caminar, yoga, pilates, trote ligero…), puedes hacerlo perfectamente en ayunas. Pero si vas a levantar peso o moverte de verdad, desayuna algo pequeño.

Qué comer después de entrenar

Aquí no hay excusas: sí o sí necesitamos una comida completa en la hora posterior al entreno.

Esa ventana de 60 minutos (90 en los hombres) es clave para la síntesis muscular, la recuperación y la regulación hormonal.

Tu plato post-entreno debería tener:

  • Proteína suficiente: al menos la medida de tu palma (huevos, tofu, tempeh, hummus, pescado, pollo…).
  • Carbohidratos complejos: fruta, pan integral, boniato, patata, quinoa o legumbres. Los carbohidratos no solo son energía, también activan el sistema mTOR, que “enciende” la formación de músculo.
  • Verduras y antioxidantes: los alimentos de colores vivos ayudan a frenar la oxidación que genera el ejercicio. Añade rúcula, espinaca, pimiento, zanahoria o cualquier vegetal que aporte color y vida a tu plato.
  • Grasas saludables: aguacate, aceite de oliva virgen extra, frutos secos o semillas.
    Son antiinflamatorias y ayudan a equilibrar la respuesta del cuerpo tras el esfuerzo.

Si entrenas a primera hora, que ese post-entreno sea tu desayuno.
Si entrenas a media tarde, aprovecha para cenar poco después: tu cuerpo estará “como una esponja”, listo para absorber nutrientes.

Si entrenas por la tarde

La mayoría ya habrás comido a lo largo del día, así que no necesitas comer justo antes de entrenar.
Tus depósitos de energía están llenos, y tu cuerpo tiene lo que necesita para rendir.

En este caso, lo más importante es cenar después del entreno, combinando de nuevo proteína, carbohidrato complejo, verduras y grasas saludables.

Entrenar por la tarde tiene una ventaja: el cuerpo asimila mejor los nutrientes justo después, y favorece la recuperación muscular y hormonal. Solo intenta no dejar pasar muchas horas entre el entrenamiento y la cena.

La importancia de la creatina (sí, también para mujeres)

Si tu objetivo es ganar músculo, energía y vitalidad, hay un suplemento con gran respaldo científico: la creatina monohidrato (3 a 5 g diarios).
La creatina no solo ayuda a mejorar el rendimiento y la recuperación muscular, sino que también protege el cerebro y el metabolismo.

Tómala cada día, no solo los días de entrenamiento. Piensa que es como llenar un depósito poco a poco: los beneficios llegan con la constancia.

Evita los falsos “desayunos fitness”

A veces creemos que porque entrenamos, “podemos” comer mermeladas, barritas o productos deportivos cargados de azúcar o edulcorantes.
Aunque el impacto metabólico durante el ejercicio sea menor, ese tipo de alimentos provocan picos de glucosa y procesos de glicación (una especie de “caramelización” interna que envejece los tejidos).

Opta siempre por comida real. Tu cuerpo no necesita azúcares rápidos, necesita nutrientes de verdad.

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Te ayudamos a alimentarte desde la consciencia, sin restricciones, para que vivas esta etapa con salud, fuerza y plenitud.
Porque cuidar lo que comes es también una forma de honrar tu cuerpo y tu energía.

En resumen

  • Si entrenas fuerte por la mañana, come algo ligero antes.
  • Siempre, después del entreno, una comida completa con proteína, carbohidrato, verduras y grasas saludables.
  • Evita los azúcares y ultraprocesados, aunque sean “fitness”.
  • Considera la creatina como aliada diaria para cuidar tu músculo y tu mente.

Y sobre todo: come para nutrir, no solo para rendir.


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