¿Te cuesta concentrarte? ¿Te olvidas de nombres, palabras o sientes que te quedas como “empanada”? A mí también me pasó. Esa sensación extraña de que tu mente no funciona igual que antes tiene un nombre: niebla mental. Y aunque es un síntoma común en la perimenopausia y la menopausia, casi nadie habla de ello.
Hoy te quiero contar por qué aparece y, sobre todo, qué puedes hacer para mejorarla y recuperar tu claridad mental. Desde la alimentación, hasta la forma en la que cuidas tu sueño y tu microbiota.
¿Qué es la niebla mental y por qué ocurre?
La niebla mental es una sensación de confusión, lentitud o bloqueo mental, un síntoma que puede tener múltiples causas. En la etapa de transición hormonal, muchas mujeres sienten que su cerebro “ya no va igual”. Cuesta más concentrarse, se olvidan palabras que antes salían solas o aparece esa sensación de estar “empanada”.
Este fenómeno tiene una relación directa con nuestros neurotransmisores y con la forma en la que nuestro cerebro se adapta a la bajada de estrógenos. Y aunque pueda ser incómodo o incluso frustrante, se puede trabajar y mejorar.
1. La acetilcolina
Uno de los neurotransmisores clave para la memoria, la atención y el foco es la acetilcolina. Lo sorprendente es que apenas se habla de ella, a pesar de que juega un papel esencial en nuestra salud mental. En la perimenopausia y menopausia, los niveles hormonales bajan, y con ellos también lo hace la producción de acetilcolina.
Este neurotransmisor no solo afecta a la memoria y el foco, sino también a la conexión entre cerebro y músculo. Por eso no vale cualquier tipo de ejercicio físico en esta etapa.
¿Cómo podemos estimular la producción de acetilcolina?
La clave está en consumir alimentos ricos en colina, su precursor natural. Algunos ejemplos:
- Huevos (especialmente la yema)
- Pescado azul pequeño, como la caballa o las sardinas
- Frutos secos
Introducir estos alimentos de forma habitual en tu dieta es un paso sencillo y muy efectivo para nutrir tu cerebro.
2. El cerebro también necesita entrenamiento
El cerebro es un músculo y hay que ejercitarlo: cuanto más lo usas, más activo y plástico se mantiene. A esto se le llama neuroplasticidad, y significa que nuestras neuronas pueden seguir creando nuevas conexiones a lo largo de la vida, si les damos los estímulos adecuados.
¿Cómo puedes entrenar tu cerebro?
- Aprendiendo cosas nuevas (un idioma, una coreografía)
- Cambiando de entorno o viajando
- Realizando ejercicio físico que implique coordinación
- Resolviendo acertijos o escribiendo a mano
Lo importante es salir del piloto automático y desafiar a tu mente con algo que requiera atención y esfuerzo, aunque sea pequeño.
3. Alimentación antiinflamatoria
Una de las causas silenciosas de la niebla mental es la inflamación del sistema nervioso. Por eso, una de las mejores formas de reducir la niebla mental es cuidar la alimentación con una dieta antiinflamatoria.
¿Qué deberías incluir en tu plato?
- Verduras y hortalizas crudas y cocidas. Al menos el 50% de tus platos.
- Grasas saludables (aguacate, aceite de oliva virgen extra, frutos secos)
- Proteínas de calidad
- Antioxidantes (frutas, especias como la cúrcuma o el jengibre)
- Y el Omega 3: clave para reducir la inflamación cerebral
Llegar a niveles óptimos de omega 3 es fundamental para proteger y nutrir tu cerebro. Puedes obtenerlo a través de pescado azul o suplementos, como el Vegan Omega 3 de Zeutics.
4. Serotonina y dopamina
Otros dos neurotransmisores implicados en la niebla mental son la serotonina y la dopamina. Cuando estos están bajos, sentimos menos motivación, más cansancio mental y dificultad para disfrutar o mantenernos enfocadas.
Una forma de estimularlos es buscar pequeños logros que impliquen un poco de esfuerzo. No se trata de exigirte, sino de marcarte objetivos alcanzables, que te den satisfacción personal. Algo tan simple como cumplir una rutina diaria o retomar un hobby puede ayudarte a activar tu sistema de recompensa.
5. La microbiota
El estado de tu microbiota intestinal influye directamente en tu salud cerebral. De hecho, muchas de las sustancias que afectan al estado de ánimo y la concentración se producen o modulan en el intestino.
¿Qué puedes hacer para cuidar tu microbiota?
- Consume fibra en cada comida (frutas, verduras, tubérculos, legumbres)
- Varía los alimentos vegetales para alimentar distintas bacterias
- Introduce fermentados naturales (kéfir, chucrut)
- Evita azúcares, alimentos ultraprocesados y alcohol
6. El magnesio
El magnesio es uno de los nutrientes esenciales en esta etapa. Ayuda a regular el cortisol (hormona del estrés), mejora la calidad del sueño y reduce la inflamación.
Alimentos ricos en magnesio:
- Verduras de hoja verde
- Cacao puro (+85%)
- Legumbres
- Frutos secos
Conseguir niveles de magnesio adecuados en la alimentación es complicado, por lo que yo suelo recomendar suplementarnos para llegar a los niveles óptimos.
7. Buenos hábitos de sueño
Dormir bien es clave para que tu cerebro pueda “resetearse” y funcionar con claridad. Durante el sueño se consolidan recuerdos, se reparan conexiones neuronales y se eliminan toxinas cerebrales.
Consejos para mejorar tu descanso:
- Cena temprano y ligero
- Evita pantallas al menos 1 hora antes de acostarte
- Crea un ambiente con luces cálidas e indirectas
- No consumas ni alcohol, ni cafeína a partir del mediodía
- Mantén una rutina de sueño regular
Dormir bien es una necesidad para que tu mente funcione.
En resumen
La niebla mental no es “cosa tuya” ni está “en tu cabeza”: es una consecuencia real de los cambios hormonales, pero también un aviso de que tu cuerpo y mente necesitan apoyo.
A través de una alimentación consciente, hábitos saludables, ejercicio físico y mental, y un buen descanso, puedes trabajar y mejorar tu claridad, concentración y energía mental. Y lo más importante: también puedes prevenir riesgos neurodegenerativos a futuro.
Empieza poco a poco. Elige uno o dos cambios para aplicar esta semana. La niebla mental no es permanente, y con el enfoque adecuado, puedes volver a sentirte tú misma.
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