Relación entre la inflamación y los síntomas de la menopausia

¿Qué relación hay entre inflamación y los síntomas de la menopausia?


¿Tienes niebla mental, te cuesta concentrarte, te sientes cansada todo el día, te duele el cuerpo sin razón aparente, y encima tu estado de ánimo va como una montaña rusa? Si estás en la perimenopausia o la menopausia, probablemente ya te han dicho que “es normal”. Pero ¿y si te dijera que hay algo más detrás de todos estos síntomas? Algo silencioso, invisible, pero muy presente: la inflamación crónica.

Y no, no hablo de la hinchazón. La inflamación que nos ocupa hoy no se ve, pero se siente. Y cuando está presente de forma constante, puede empeorar muchísimo los síntomas propios de esta etapa. Así que vamos a hablar claro: ¿qué relación hay entre inflamación y los síntomas de la menopausia?

¿Qué es la inflamación?

Cuando hablamos de inflamación crónica no nos referimos a una barriga inflada o a un tobillo hinchado. La inflamación de la que hablo es silenciosa, invisible y muchas veces pasa completamente desapercibida. No duele directamente, pero sí desgasta. Es el fuego lento que va minando tu energía, tu claridad mental, tu salud metabólica y tu equilibrio emocional.

Nuestro cuerpo reacciona con inflamación para protegernos, eso es natural. El problema es cuando esta respuesta no se apaga nunca. Cuando hay una inflamación constante, el cuerpo prioriza ese estado de alerta y deja de hacer otras funciones importantes: desde la producción hormonal hasta la digestión o la regulación del estado de ánimo. Y todo eso que sientes en la menopausia, puede estar amplificado si hay inflamación previa.

¿Qué puede causar inflamación en tu cuerpo?

Vivimos en una sociedad que casi invita a estar inflamadas: estrés constante, pantallas hasta tarde, alimentación ultraprocesada, falta de ejercicio y una microbiota intestinal cada vez más dañada.

Estos son algunos de los grandes disparadores de la inflamación crónica:

  • Desequilibrio en la microbiota: si tus bacterias intestinales no están en armonía, la inflamación está servida.
  • Estrés sostenido: el cortisol elevado es un gran proinflamatorio.
  • Dormir poco o mal: dormir menos de lo necesario altera procesos inflamatorios clave.
  • Alimentación inflamatoria: aceites refinados, azúcares, harinas blancas, exceso de ultraprocesados…

Y luego llega la perimenopausia. Con el descenso hormonal, sobre todo de los estrógenos (que tienen efecto antiinflamatorio), esa inflamación de fondo se multiplica. Resultado: los síntomas se hacen más evidentes, más molestos y más persistentes.

Síntomas compartidos: inflamación crónica y menopausia

Aquí viene lo interesante. Muchos de los síntomas que atribuimos únicamente a la menopausia también pueden deberse (o estar agravados) por la inflamación crónica:

1. Glucosa e insulina desreguladas

La inflamación impacta directamente en el metabolismo. Si sumamos la resistencia a la insulina típica de esta etapa con una inflamación de fondo, tendrás más subidas y bajadas de energía, más hambre emocional y acumulación de grasa en la zona abdominal.

2. Niebla mental y dificultad para concentrarse

¿Te cuesta recordar lo que ibas a decir? ¿Te cuesta enfocarte? La inflamación afecta al cerebro, y los estrógenos, que antes ayudaban, ya no están tan presentes.

3. Dolores articulares y musculares

Esos dolores “sin motivo” pueden tener explicación. La inflamación se instala en las articulaciones y estos dolores se acentúa cuando entramos en esta etapa. No es casual que cada vez más mujeres hablen del síndrome musculoesquelético de la menopausia.

4. Fatiga o sensación de cansancio

Cuando el cuerpo está inflamado, pide descanso. Quiere que pares para poder repararse. Pero no siempre podemos parar, y ahí es cuando llega el agotamiento sin causa aparente.

5. Cambios de humor y apatía

La inflamación interfiere en la producción de serotonina. Menos serotonina, más tristeza, más irritabilidad y más dificultad para estar alegres. Y esto, sumado a los altibajos hormonales, puede generar un cóctel emocional difícil de gestionar.

¿Qué puedes hacer desde ya para reducir la inflamación?

La buena noticia es que no estás atrapada en esta espiral inflamatoria para siempre. Hay muchas cosas que puedes empezar a hacer hoy mismo para bajar esa inflamación silenciosa y, con ello, mejorar tus síntomas de la menopausia.

1. Elimina los aceites proinflamatorios

Di adiós al aceite de girasol, cártamo, colza, soja, margarinas y todos esos “aceites vegetales” presentes en los ultraprocesados. Mira las etiquetas de los productos que compras porque están en más productos de los que pensamos.

2. Apuesta por comida real, colorida y variada

Verduras, hortalizas, legumbres, huevos, frutas, frutos secos… alimentos frescos, con color y con fibra.

3. Incorpora grasas saludables

Aguacate, aceite de oliva virgen extra, nueces, semillas de lino, pescado azul pequeño… Y si no consumes suficiente omega 3 (al menos 3 veces a la semana pescado azul pequeño), puedes suplementarte con el Vegan Omega 3 de Zeutics.

4. Haz ejercicio de fuerza y HIIT

Estos entrenamientos ayudan a liberar mioquinas, que son antiinflamatorias naturales. Además, ayudan a mantener la masa muscular y a equilibrar el metabolismo.

5. Duerme bien (y a la hora que toca)

Dormir tarde, usar pantallas de noche y no descansar bien desregula tus ritmos hormonales. La melatonina, que se produce de noche, es uno de los antiinflamatorios más potentes del cuerpo.

6. Conecta con la naturaleza

Caminar, meditar, hacer yoga. El contacto con la naturaleza reduce el cortisol y tiene un efecto antiinflamatorio y ansiolítico.

7. Cuida tu microbiota intestinal

Consume alimentos fermentados y mucha fibra. Revisa tu tránsito intestinal, si sientes estreñimiento, hinchazón, gases… es importante que un buen profesional intestinal te ayuda a revisar tu microbiota.

En Somos FeMMe tenemos profesionales especializadas en esta etapa para acompañarte desde lo más profundo, tratando temas como la inflamación o la microbiota. Te dejo por aquí toda la información de las consultas.


En mi último libro, «Nutre tu menopausia. Adapta tu alimentación a esta nueva etapa y olvídate de las dietas», encontrarás más información acerca de alimentación, hábitos y suplementación para esta etapa que debemos tener en cuenta.

  • Cómo adaptar la alimentación a esta etapa para mantener tu bienestar.
  • Activar tu metabolismo y mantener tu energía en niveles óptimos.
  • Nutrir tu cuerpo con los nutrientes esenciales para tu equilibrio hormonal.
  • Implementar recetas y menús que te ayudarán a disfrutar de la comida, sin restricciones ni dietas extremas.

Haz clic en la imagen del libro que quieres adquirir.

Comparte este contenido
Únete a la newsletter

Recibe contenido de valor semanalmente sobre temas relacionados con la menopausia y la perimenopausia

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.