Llegué a la consulta de Marta con un problema que llevaba arrastrando casi 20 años y los ánimos por los suelos, puesto que todos los tratamientos realizados hasta la fecha indicaban que tendría que convivir con ello de por vida. Marta me ha acompañado hasta la curación completa a través de la transformación de mis hábitos. Marta ha logrado restablecer mi equilibrio corporal, empleando su experiencia, sabiduría, compromiso y una sonrisa. Como todos los caminos que tienen corazón, una vez iniciado y mantenido en el tiempo, ha supuesto una toma de consciencia respecto al cuidado de mi organismo y me ha liberado de una dolencia que había comprometido mi mente y mi organismo.
Mil gracias por acompañarme siempre.